Un mal día

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Estoy triste, estresada, somatizando, cansada, harta, confundida, agotada mentalmente, con el estómago en danza otra vez, ... Me tumbaría en la cama, abrazaría a mi peluche y me echaría o bien a llorar o casi mejor a dormir. Y dormiría, dormiría hasta la semana que viene. O aún mejor, hasta después de Thanksgiving, o incluso aún mejor, hasta después de entregar los últimos trabajos. Y a la vez no quiero que lleguen ni Thanksgiving ni el final del semestre. Aunque me muero por comer jamón, un cocido, una merluza con la salsa esa que hace mi madre, y un buen bistec. Aunque me muero por ver a la gente, por que las locas estas me saquen de fiesta y no volver a casa hasta las 8 de la mañana, por ir a tomar un café a la bollo cafetería, por coger el autobús y ver llover, por pasear por una calle sin que las caras me resulten familiares pero sí las piedras, por tomarme un café que no esté aguado. Pero no quiero que esas fechas lleguen. Aunque ya tengo los billetes para ir a Las Vegas y San Francisco. Me hace y no me hace ilusión a la vez. Dormiría, dormiría hasta el infinito. Hoy no es un buen día.

No sé si puedo ser su amiga. No sé si puedo. Quiero. Porque no quiero dejar de saber de ella, ni dejar de hablar con ella, y no puedo evitar preocuparme por ella cuando sé que está pasándolo mal, como ayer. Pero no sé si puedo. Hay días como hoy en los que claramente no puedo. No es lo que yo quiero, y supongo que por una vez debería dejar que Pinda llorase (o llorara, xD - deformación profesional). Quiero estar con ella, pasar tiempo a su lado. Cuando voy a desayunar, tengo la esperanza de encontrármela (ves? algo bueno tenía q tener todo esto, estoy desayunando casi todos los días). Cuando voy a cenar pronto, también. Cuando abro el correo, espero ver su nombre en el remitente. Cuando actualizo facebook (Sinme, a ver si adivinas quién es, xD y no vale preguntarle a Jei), no puedo evitar leer su status, y querer que me diga algo.
Tengo demasiado trabajo, no voy a llegar a tiempo, y pierdo el tiempo pensando en tonterías, dejando que el estrés me ponga triste, y que la ansidedad me joda el estómago una vez más. Empiezo a notarme sobrepasada, no puedo recordar tantas cosas, no puedo hacerlas todas, no puedo dar una presentación en clase sobre un tema que aún no tengo demasiado claro y que hago con dos chicas más una de las cuales es super marimandona y me crea más ansiedad, no puedo escribir un trabajo que se supone ya entregué y aún no he escrito, no puedo traducir un texto de 14 páginas para esta noche de las cuales llevo dos y es super complicado y además es un favor al que, por supuesto, no supe decir que no. No puedo leerme el capítulo para la clase de La Profe (esta es la rubia, Sinme), ni lo que me falta por leer para la otra clase (porque he tenido que recuperar lo que me quedé atrás). Y encima no tengo derecho a estresarme porque en realidad estas asignaturas no cuentan para mí... Me ayuda tanto que me digan esto (por si acaso, estoy siendo irónica). Tocate los pies. Encima ni siquiera puedo estresarme legítimamente. No puedo pensar en hacer planes. No puedo pensar en esta semana, no voy a llegar a todo. No puedo enfrentarme a la realidad y saber que este año toca decidir, y que si me quiero quedar en este país a lo mejor debería ponerme a estudiar para un examen que tendría que hacer antes de navidades. Y que si vuelvo a Barcelona, sigo sin tener nada que hacer. Pero tres años de aplazar una decisión ya son demasiados. No tengo donde ir o donde quedarme. Y no pienso en esto, sé que es inútil ahora, pero cuando noto que pierdo el control sobre las cosas a mi cerebro le gusta jugar con estas cosas.

Y me gustaría saber cuando le puedo decir algo, si me hago pesada o me quedo corta, si agradece q le muestre mi apoyo cuando está como ayer, o si prefiere que le deje en paz. Si mandarme un email diciendo que está escuchando a Morrissey (a quien yo debería dejar de escuchar también) y bebiendo un vaso de vino, y que "This makes one quite sad.", significa qué y hasta donde tengo que insistir en ofrecerle mi compañía. Me gustaría saber como le puedo decir que me preocupo por ella sin que piense que estoy confundiendo las cosas. Me gustaría saber llevar estas cosas, ser un poco más mayor y no hablo de la fecha de nacimiento. Me gustaría saber si es de la gente que agradece una visita no anunciada puntual en el momento oportuno, o de los que no. Me gustaría saber como ve las cosas ella ahora. Me gustaría saber cómo ver qué efecto tienen tus acciones en la otra gente. Me gustaría entender las cosas. Me gustaría no acabar pensando "what's the point?" en general. Me gustaría no estar escribiendo esto a la una y casi cinco de la tarde cuando tengo que preparar una presentación para las cinco y media.

Y querría ser avestruz, feliz con el agujerito para esconder mi cabeza...
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