miércoles, 22 de abril de 2009

Sant Jordi

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Normalmente llevo bien estar fuera de casa. Pero hay una excepción, y esa excepción es el día de Sant Jordi. Aviso ya, que quien avisa no es traidor. No estar en Barcelona el día de Sant Jordi hace que esté muy melancólica, que me entre la morriña y que realmente eche de menos no estar en casa. Pues eso, quien avisa no es traidor.

Mañana no veré libros, ni rosas, ni banderas por todas partes (bueno, sí, pero azules y rojas, y con estrellitas blancas). La gente no estará especialmente de buen humor, ni los libros serán más baratos (entendedme, normalmente ahorro para gastármelo todo en Sant Jordi). No veré a nadie en el autobús con una rosa. No le diré a mi padre que a ver como es la rosa que le ha comprado a mi madre, ni le pediré dinero a mi madre para un libro. No miraré el periódico para ver dónde están firmando mis autores favoritos, ni desearé que Millás, Vila-Matas o algún descubrimiento de ese año esté firmando en algún rincón. No pensaré a ver si voy a la radio a ver algún programa especial. No recorreré las Ramblas arriba y abajo con mi técnica especial desarrollada durante tantos años de caza de libros y comparación de precios. No buscaré desesperadamente ese libro, ni me quedaré asombrada en ese primer puesto a la derecha donde venden poesía, donde he conocido a Sylvia Plath entre otros. No sentiré la tentación de comprarme una enciclopedia (qué pasa? soy asíN, xD), ni me dedicaré a intentar conseguir una rosa gratis si es que los socialistas andan por ahí repartiéndolas. No andaré escuchando la radio mientras miro libros, escucho conversaciones ajenas y me sonrojo al intentar llamar la atención del dependiente para pagar el libro. No andaré haciendo más cálculo mental en un día que desde que pasé tercero o cuarto, donde hacíamos aquellas hojas interminables de calculo rápido, para ver para cuántos libros me llega la pasta.

Pero estaré aquí, y haré saber a todo el mundo que es Sant Jordi y que echo de menos mi casa. Y no sólo por la nevera, xD. Ni la tele o el sofá, aunque admito que son tres puntales importantes, xD. Que echo de menos a mis amigos, incluso a mi familia (como dice mi madre, soy una despegá). Echo de menos mi ciudad, con sus autobuses que se piran en tu cara, esas obras que nunca terminan, esa humedad asquerosa, o esos precios desorbitados. Echo de menos el ruido, la gente, las calles, las aceras que me conozco de memoria, montarme en autobús cuando llueve (bueno, si me consigo sentar y no va a petar), volver de fiesta cuando el sol ya ha salido, tomarme una Moritz y unas olivas en cualquier bareto de mala muerte, beberme un Cacaolat, frío o caliente según dicte el clima, tomarme una horchata de La Valenciana y unas bravas del Tomás. Echo de menos ir los domingos por Gràcia y volver a casa para cenar. Echo de menos los ruidos de mis vecinos cuando me levanto tarde. Echo de menos encontrarme con el portero y que me pregunte que si ya por fin me quedo en casa o a dónde me voy esta vez. Echo de menos la bollocafetería. Echo de menos los menús de medio día, y que el mar esté ahí aunque nunca lo vea.

Y mañana pasará (aquí todavía es ayer). Y volveré a estar a gusto en este pequeño pueblo, riéndome de lo locas que están las ardillas y lo graciosos que a veces son estos americanos. Y me daré cuenta de lo muchísimo que les voy a echar de menos.
Pero de momento dejadme que esté melancólica, que eche de menos mi ciudad y que me imagine paseando por las ramblas en ese día en el que los turistas desaparecen de sus aceras...
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3 comentarios:

Hei Jei dijo...

que te vuelvas ya!!!!

he dicho

(lo argumentaré en un mail)

Milagritos Takamori dijo...

Bueno, en este país europeo a trozos los libros son más baratos en España- el papel es basto, de ese que huele un poco a pis, pero te puedes comprar clásicos por cinco aurelios. Se agradece. Happy Saint Jordi, con retraso.

Pinda dijo...

Jei: a ver si vas a ser igual de tardona que yo con el email, eh????

Milagritos: no me compre ningun libro ese dia, pero al menos un par de dias despues consegui unas rosas para mi habitacion, asi q algo es algo :) y viva los libros baratos! aunque se agradeceria q el papel no oliera mal ni tuviera mal tacto (soy muy, muy especialita yo con los libros).