Reset

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(Editado porque al escribir se me fue la olla, xD)
Reset. Me haría un reset. Pero no soy un ordenador. Eso, o salí defectuosa de la fábrica y me falta el botón de reset.
Como no puedo hacerme un reset me alegro de las pequeñas cosas. Me bebo una cocacola. Disfruto de las galletas y el bizcocho que nos ha traído el profe hoy a clase. Cuando paseo por el campus voy buscando el sol como un gato y disfruto notando como mis mejillas reciben, por fin, ese calorcito. Me alegro de que el suelo empiece a reverdecer.
Hablando de gatos, cuánto disfruté ayer acariciando un gato. Es como relacionarme con los niños muy pequeños, me da una especie de satisfacción y tranquilidad extraña. Son seres ajenos a esta realidad que a veces se me escapa de las manos. Esta realidad de la que huyo viviendo en mi particular mundo de Yupi. Su interés por el instante, su asombro por cualquier cosa que se mueva, es algo que me encanta observar.
Hoy pensaba que estaba mejor de forma artificial, gracias a los sentimientos positivos recibidos al acabar, por fin, un trabajo que tenía que haber entregado el lunes. Pero ser capaz de ver más allá de mi propia miseria, de mi zozobra (hay que joderse, llevo un rato pensando y esta es la única palabra en español que me sale, no recuerdo el resto, las normales... perdonadme, no es pedantería, es simplemente que ya no sé hablar ni escribir), de esta cosa que lleva unos días teniéndome en un delicado equilibrio para mantener la compostura; decía, este ser capaz de ver más allá me indica que no, que no es un simple subidón de adrenalina, hay algo más en este sentirme bien. Cuando no estoy bien me encierro en mi misma y desde ahí dentro cuesta ver mucho más allá, así que cuando el horizonte se amplía siempre es buena señal.
Ya he asumido una cosa grande en mi vida, algo contra lo que luché con todas mis fuerzas durante una buena temporada, durante demasiado tiempo. Sí, soy así de cliché, me negué ser quien soy. Pero ahora ya casi me siento con ganas de reivindicarlo, y lo noto más real que nunca. Es cierto que me cuesta todavía pronunciar según que palabras, o decir claramente las cosas, pero vamos mejorando.
Aún así hay otra cosa que llevo casi igual de tiempo negándome a aceptar a sabiendas de que es un error. No sé que hacer con mis sentimientos si no es racionalizarlos, y, para que negarlo, no funciona. Es la única manera que sé, pero no es buena. Y tal vez si me rindo, porque en esto me he estado comportando como si se tratara de una batalla, si me rindo a la evidencia de q algo de ayuda no me vendría mal, podría cambiar cosas que seguir huyendo nunca cambiará. Este delicado equilibrio en el que periódicamente me encuentro no es bueno, y es cansado. Más que nada porque exige un gran esfuerzo para mantener las apariencias y es una manera de malgastar cantidades ingentes de energía.

En fin. Soy la chica de las negaciones, como si negándome a aceptar la realidad las cosas no se fueran a convertir en realidad. Creo recordar cuándo empecé a pensar así de niña, y aún me dura. Freud estaba obsesionado con el sexo, pero aparte de decir que todo lo que soñamos tiene que ver con sexo, en algunas cosas tenía razón. Si mantines una puerta cerrada con muchísima fuerza, lo que sea que guardas al otro lado acabará entrando con mucha más fuerza. Y esta es mi perla de psicología barata de hoy, xD

Voy a ver si ceno algo y de camino disfruto del sol, que hoy hace un día espléndido y con un poco de suerte pronto tendré un trabajito para los primeros días de verano.
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