TEH

Bueno, aquí estoy, otra vez delante del ordenador, escribiendo en el blog y con un trabajo por hacer que era, literalmente, para hace 12 horas y cuarenta y un minutos. Sí, otra vez llego tarde. Por repetitivo, esto ya es cansino. Hay algo que no funciona bien, y ya sé que es. Y tal vez no tenga sentido que me torture haciendo estos trabajos que al fin y al cabo sólo van a contar para una nota que no tendrá ninguna transcendencia. Pero mi orgullo me puede, aunque eso suponga pasarme unos días alimentando odio hacia mí misma. El otro día leí un artículo en el NYTimes y me asustó identificarme con unas cuantas cosas. Lo peor de todo es que con todo esto, por el camino, estoy haciendo a fool of myself. O a lo mejor exagero. No lo sé. Sé que no tengo criterio, sobre todo para esto. Pero necesito acabar este trabajo.

Después de esta intro tan agradable y ya que estoy de este humor en el que hasta Dick Cheney tiene más gracia que yo, os voy a dejar con una foto de mi nuevo amor. Y esta foto se acerca más a cuando me gusta más, más que no con su traje de tele. Y sí, es tan alta como parece. ¿Podré bajarme el podcast de su programa cuando vuelva a casa?


Voy a ver si dejo de recrearme en mi miseria y me centro un poco.