Carta

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El trabajo que tenía que entregar hace trece horas y diecisiete minutos no lo tengo escrito todavía. Pero le he escrito una carta a OPAL/Flora. Tiene mucho que hacer (y no se lo recrimino, encima pobre), así que lo más probable es que no nos veamos antes de que me vaya. Y hoy, cuando por un email ha quedado bastante claro, de repente, he abierto los ojos. Que menudo momento he ido a escoger. De cuatro a ocho me he pasado el rato, como una imbécil llorando algo que debería haber llorado hace mucho tiempo. Y no me gusta quién soy ahora - no por esta tarde, digo en general. Tal vez siempre he sido así, no sé, y el "monstruo" ha despertado a causa de esto. Pero quiero ser yo quien sea su amiga, y no este "yo" que me ha aparecido. Le he escrito para decirle lo que ya sabe: que no puedo ser su amiga. Me da miedo hacerle llegar la carta, pq se que el riesgo de 1) perder todas las posiblidades que pudiere haber de estar con ella algún día; 2) y sobre todo, poner en riesgo su amistad. No he querido hablar antes con ella pq sentía q si le decía algo sería como poner presión en ella, o peor aun, darle un ultimatum, y eso sí q no, ni lo uno ni lo otro. Espero que mi patético inglés sea suficientemente claro.

Físicamente estoy agotada después de casi ni dormer ni comer durante varios días. No por ella, por los trabajos finales. Emocionalmente estoy unos pasos más allá de agotada, que no sé como se llaman. Y aunque me duele la simple idea de que a lo mejor he vuelto a perder a una amiga, y si es así el próximo semestre va a ser bastante jodido, se merecía que fuera sincera con ella. Eso en que me había convertido, no, de eso no quiero q sea amiga. Creo que vale suficientemente la pena como para arriesgarlo todo para hacer las cosas bien. No es un órdago, pero si se convirtiera en uno, y no saliera bien... bueno, a veces hay que hacer las cosas bien aunque se pueda perder todo.

En fin, intentando escribir un trabajo sobre Lolita mientras intentas asumir tu inmadurez emocional es un poco jodido. Y me empiezo a encontrar mal. Me duelen los ojos - de no dormir... y de llorar, sí. Y la próxima vez intentré recordar que a veces hay que llorar las cosas en su momento, y no acumularlas... porque hoy el cansancio me ha hecho necesitar desahogarme, pero llevaba guardandomelo ahí como si fuera un tesoro a cultivar, tiempo, demasiado tiempo.

Y será lo que sea... porque a veces hay que hacer las cosas bien.
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