Recaída

a
No es grave. Pero me pasa.
Recaigo.
No por ello me paro, pero recaigo.
¿Será como el alcohol y el alcohólico?
Recaigo.
Recuerdo, que es lo mismo.
Recuerdo esa corrección, esa redacción. La única que le corregí.
¡Qué romántico!, ¿verdad?
Recuerdo cómo le corregí la concordancia de género. Cada redacción que corrigo el mismo fallo me devuelve a aquella.
Recaigo.
Pero sigo.
No me levanto, porque no me caigo. Normalmente estoy sentada en una silla, así que... (sí, xD, ya tocaba el chiste malo).
Y supongo que no puedo hacerle nada. Asumir. Aceptar. Y paciencia.
Y seguir corrigiendo...
a