jueves, 18 de junio de 2009

Cuenta atrás

"It's the final countdown". En una semana estaré sufriendo jet lag y echando de menos los enchufes con tres agujeros. Vale, no, eso no, pero los enchufes sí que serán diferentes. No me sale el verbo de lo q estoy haciendo ahora. Desbarro. Disgrego (xD). Desagrego (coño, ni que fuera el fesibuk). Deshago. Disgrego (insiste en aparecer). Des. Distribuyo. Demago (?). Vamos, que me pierdo por los cerros de Úbeda (y no, no recuerdo el verbo). Pues eso, lo llamaremos disgregar. Y eso, que disgrego.
Estoy de vuelta en Nueva Inglaterra y hace fresquis. No es que haya pasado mucho calor por mi vista al sur y al oeste de este país, pero se nota la diferencia, y más cuando hablo con casa (teléfono, ET) y mi madre se queja del calor, que mi madre es una exagerada, pero supongo q cuando estar a 12-13 grados me parece una temperatura razonablemente agradable, there is something wrong with me, y me voy a achicharrar cuando vuelva a casa justo en una de las épocas habitualmente más asfixiantes en mi ciudad: junio. Al menos este año no tengo exámenes.

Tengo ganas y no de volver. Echo de menos las lentejas de mi madre que no veas, llevo meses pensando en ellas, y no, no exagero (por cierto, gran desilusión del día, cuando se lo he comunicado a mi madre mi padre me ha informado de que no nos quedan lentejas, tócate los pies, q en mi casa las lentejas las compramos en el pueblo de mis padres, así q hasta agosto, ajo y agua). Tengo ganas de ir a la bollo cafetería de al lado de mi casa y reirme para mis adentros de la ceguera de mis padres (no literal, antes de que alguien se me eche al cuello por falta de humanidad). Tengo ganas de poder salir de fiesta más allá de las 2 de la mañana. Tengo ganas de tomarme una cerveza con la comida sin que me pidan el pasaporte. Tengo ganas de escuchar música en el autobús. De ver llover (no que aquí no llueva, precisamente, pero me apetece ver llover desde el autobús). Y, también, para qué negarlo, de dejar de tener mis cosas en maletas y tener que preocuparme de cómo voy a enviar todas mis cosas a casa, de las aduanas, de mi dinero y ese cheque que parece no querer llegar, de... no sé, todas estas cosas de las q me estoy teniendo que encargar estos días. Y si la gente, léase mi madre, me pregunta directamente que si les echo de menos, no sé qué decir. Echo de menos a mis amigos. ¿Echo de menos a mi familia? No sé. Pero no estoy acostumbrada a hablar de nada remotamente parecido a sentimientos con mi familia y me hace sentir muy, muy incómoda. Je, no quiero ni imaginar como será salir del armario, dios mio, horror! una conversación sobre un tema personal! (estoy siendo irónica, just in case). En fin.

Y, la verdad, no tengo mucho que contar pq si empiezo no paro. Creo que estoy manteniéndome tras una barrera bien gruesa para no empezar a contar, a sentir, lo cual me convierte en una persona bien poco interesante. Ay, qué pesadez, casi mejor que escribo en otro momento no vaya a ser que me salga la venga "he venido a hablar de mi libro!".
Paso. Ya escribiré antes de que este post asuste a los pobres que han venido a parar aquí.


PD: pq últimamente empiezo con ganas de escribir algo gracioso y acabo escribiendo algo deprimente? por eso no actualizo más, pq algo me falla en el blog.

3 comentarios:

Hei Jei dijo...

pinda, se dice desvariar.

y otra cosa. Yo tengo ganas de ir contigo a la bollo-cafetería y convencerte de que lo que debes hacer es tomar la decisión de quedarte en bcn, pero yéndote de casa de tus padres.

hasta pronto, calamar!

Pinda dijo...

gracias!!!!! juro q hasta q no lo he leído, no me salía... menuda tortura!

cuándo quedamos? cuándo quedamos? cuándo quedamos??????

un abrazo

Pinda dijo...

Jei, me acabo de dar cuenta de que no, no era desvariar el verbo que buscaba!!!! aunque es cierto que también desvario, xDDD

mierda, mierda, obsesión!!! cómo se dice??? aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhh